El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha informado que la Junta establecerá un observatorio de trabajo «conjunto y participativo» para colaborar con los sectores perjudicados por los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este observatorio servirá para monitorizar la evolución de las decisiones y negociaciones, así como para abordar la afectación «mediante una especie de microcirugía» en los sectores o empresas implicados.
La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha confirmado esta iniciativa en el Palacio de Fuensalida, durante una reunión entre Page y representantes de los sectores afectados por la política arancelaria estadounidense.
Sectores más afectados en Castilla-La Mancha
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha señalado que, en relación con el sector agroalimentario, el Gobierno de Castilla-La Mancha no solo está preocupado por la imposición de los aranceles, sino también por los posibles “daños colaterales que pueda tener por la afectación que tiene en otros sectores y en otros países incluso, en cuanto al mercado que están utilizando en estos momentos y que pudieran ocupar mercados que el sector español está utilizando más allá del ámbito de los Estados Unidos”.
En este contexto, el consejero, durante una reunión en Toledo con representantes del sector primario de la región, ha destacado que el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha vende al mercado estadounidense 130 millones de euros en productos alimentarios, “por lo tanto suponen una importancia relativa porque son 3.658 los millones que se han exportado desde Castilla-La Mancha al resto de países”.