La Diócesis de Cuenca Asume un Triste Ránking en Casos de Abuso Sexual Infantil en España
La Diócesis de Cuenca se ha situado lamentablemente entre las primeras de España en cuanto a la cantidad de casos reportados de abusos sexuales a menores, ocupando la séptima posición en un escalofriante ránking que refleja una realidad dolorosa en la institución eclesiástica. Según un exhaustivo análisis llevado a cabo por La Tribuna de Cuenca, basado en un reciente informe del Defensor del Pueblo, esta diócesis acumula un total de diez casos que han afectado a diecinueve víctimas vulnerables, todos ellos menores de edad, incluyendo a cuatro niñas.
Este sombrío inventario abarca un periodo que se extiende a lo largo de las últimas seis décadas, desde 1960 hasta 2023, revelando que los presuntos abusos se distribuyen en siete localizaciones distintas dentro de la provincia, incluidas parroquias y seminarios, y señalando a nueve sacerdotes como los autores de estas execrables acciones.
La Diócesis de Cuenca, en respuesta a esta problemática y en consonancia con las directrices marcadas por el Papa Francisco para prevenir y combatir estos delitos, ha implementado una oficina diocesana dedicada específicamente a la recepción y tramitación de denuncias de carácter sexual cometidas contra menores por parte de clérigos. Esta iniciativa, que arrancó en la primavera de 2020, busca ofrecer un espacio de acogida y acompañamiento a las víctimas, facilitando también la comunicación a través de un número telefónico y un correo electrónico destinados a tal efecto.
El obispo de Cuenca, José María Yanguas, ha sido quien ha formalizado la creación de esta oficina, que se erige como un instrumento de justicia y apoyo en medio de una coyuntura que exige transparencia, reparación y, sobre todo, medidas efectivas para evitar que se repitan actos tan reprobables. La oficina no solo se encargará de la gestión canónica y civil de las denuncias, sino que también jugará un papel crucial en la atención y el seguimiento de quienes han sido marcados por estos traumáticos eventos.
En este contexto de introspección y acción correctiva por parte de la Diócesis de Cuenca, la sociedad demanda un compromiso firme y continuado en la lucha contra el abuso sexual infantil, exigiendo que la protección de los más vulnerables se sitúe en el corazón de las prioridades de todas las instituciones, especialmente de aquellas que desempeñan un rol tan significativo en la comunidad.