El plan denominado «planequisCuenca», implementado por el Ministerio de Transportes, ha sido catalogado como un fracaso, fruto de políticas neoliberales, centralistas y contraproducentes desde el punto de vista medioambiental.
La ruta de tren que unía Madrid, Cuenca y Valencia fue interrumpida hace un año por el Ministerio de Transportes, dejando a los ciudadanos cuestionando si sus viajes podrían ser más eficientes y económicos. Sin embargo, tras la suspensión del servicio, el ministerio parece haber mostrado un interés mínimo en la problemática. Los funcionarios gubernamentales ya no visitan la zona para promover los supuestos beneficios del planequisCuenca, y las personas más perjudicadas -mujeres, estudiantes y mayores- son las principales víctimas de la reducción de los servicios públicos.
El planequisCuenca ha demostrado ser arbitrario, evitando reuniones con el Grupo Pro-Ferrocarril y sin proporcionar datos objetivos sobre cómo la nueva movilidad impacta a los residentes. Un año después del recorte, el ministerio aún no ha ofrecido comparaciones de precios y tiempos de viaje para las localidades afectadas por la suspensión del servicio, ni ha cuantificado cuánto dinero han perdido los residentes al ser privados del servicio gratuito de transporte ferroviario que el resto de España disfruta. Además, la falta de información sobre el número de usuarios que utilizan el servicio combinado de autobús-Avant y la tasa de ocupación del tren tempranero en el trayecto Albacete-Cuenca-Madrid evidencia la falta de transparencia y el fracaso del planequisCuenca.
Aunque algunos justifican el recorte basándose en argumentos económicos, esto solo sirve para abrir la puerta a justificar más reducciones en los servicios públicos, todos deficitarios en la región. El planequisCuenca contradice los criterios europeos que promueven el ferrocarril, el medio de transporte más sostenible y con más proyección de futuro. Por ello, el Grupo Pro-Ferrocarril de Cuenca exige un plan inmediato para reconocer la deuda acumulada con las localidades situadas a lo largo de los 266 kilómetros afectados, así como un calendario de acciones para reabrir y mejorar la línea Madrid-Cuenca-Valencia.