La Diputación de Cuenca destinará 5.000 euros para promover el azafrán producido en las comarcas de la Manchuela y la Mancha, destacando su valor cultural e histórico en municipios como Motilla del Palancar.
La Diputación de Cuenca ha presupuestado 5.000 euros para la promoción del azafrán conquense durante 2024, centrando sus esfuerzos en las comarcas de la Manchuela y la Mancha. Este cultivo, con un profundo arraigo cultural e histórico en municipios como Motilla del Palancar, ha sido reconocido en documentos del siglo XIX y XX por su calidad.
Javier Cebrián, diputado de Emprendimiento y Agricultura, se reunió con Guillermo Beleña, responsable de la empresa motillana Bealar, y con Pedro Javier Tendero, alcalde de Motilla del Palancar, para conocer las instalaciones de la empresa en la localidad. Bealar, una empresa familiar fundada en 1959 y actualmente gestionada por la tercera generación, ha recibido más de 22 premios nacionales e internacionales y está incluida en la marca «Donde Nacen los Sabores», con la cual colabora la Diputación.
Durante la visita, Cebrián observó el proceso artesanal de Bealar, que incluye la monda, tostado, limpieza de restos florales y análisis de calidad del azafrán. También conoció los proyectos de investigación y desarrollo de la empresa, enfocados en el cultivo indoor del azafrán y la mecanización de los procesos productivos.
Cebrián valoró positivamente la promoción del azafrán en Motilla del Palancar, impulsada por el Ayuntamiento, que el año pasado organizó la primera feria dedicada a este producto, logrando un gran éxito. El alcalde Tendero subrayó la importancia del azafrán en la historia de Motilla del Palancar y la participación de personas mayores en la feria, quienes compartieron sus conocimientos agrícolas con las nuevas generaciones. Además, anunció que están trabajando en la segunda edición de la Feria del Azafrán para seguir difundiendo el patrimonio etnográfico y cultural ligado a este cultivo.
Guillermo Beleña agradeció la presencia de los responsables públicos y ofreció su colaboración para continuar promoviendo el azafrán. Resaltó la importancia de conocer los distintos usos del azafrán en la cocina y en otras áreas, como las infusiones en Oriente Medio y los usos medicinales en China. Beleña también señaló que la campaña del año pasado tuvo una baja producción, con apenas 300 kilogramos en toda España, y destacó el problema del fraude en el etiquetado, donde a menudo se vende como azafrán español el producido en otros países como Irán, que es más barato.