La empresa gestora del vertedero incendiado en San Antonio de Requena enfrenta acusaciones por infringir la normativa ambiental.
La empresa Econova, responsable de la gestión del vertedero incendiado la semana pasada en San Antonio de Requena, ha sido objeto de una denuncia por parte de la Generalitat Valenciana por incumplir varios aspectos de la Ley de Responsabilidad Medioambiental. Fuentes cercanas al caso han informado que el expediente administrativo aún no se ha cerrado debido a que la empresa no ha corregido las irregularidades detectadas ni ha abonado la multa impuesta por la Conselleria de Medio Ambiente, la cual ya ha acumulado recargos por demora en el pago.
El departamento de Medio Ambiente ha iniciado una investigación para determinar si Econova ha cometido alguna infracción de la Ley de Responsabilidad Medioambiental, especialmente relacionada con el manejo inadecuado de residuos, tal como se indicó en una denuncia previa. La empresa podría haber reincidido en las mismas prácticas que llevaron a la sanción anterior, incluida la acumulación excesiva de residuos en el vertedero.
Además de la investigación sobre el origen del incendio, tanto la Guardia Civil como la Generalitat están examinando posibles infracciones administrativas cometidas por Econova. También se están considerando otras posibles consecuencias del incendio, como la contaminación del agua subterránea. La Generalitat solicitará la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar para evaluar el impacto en el acuífero y determinar si el vertedero cumplía con los requisitos de seguridad para evitar la filtración de lixiviados al suelo.
Por su parte, el director general de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Blanco, ha mantenido una reunión con varios servicios gubernamentales para investigar posibles infracciones medioambientales y coordinar esfuerzos para abordar la emergencia una vez que se controle el incendio.
A pesar de la situación, el Consell ha asegurado que no existe riesgo para la población debido al humo del incendio. Se mantienen las recomendaciones de evitar la exposición al aire libre y usar mascarillas en caso de problemas respiratorios, aunque los controles de calidad del aire indican que no hay peligro inminente para la salud pública.
