El desfile de las siete palabras terminó antes que el año pasado
04/04/2023 – RM Noticias. Cuenca
El desfile procesional del Santísimo Cristo de la Vera Cruz se realizó ayer, Lunes Santo. Comenzó a las 22:30 horas en la Catedral de Santa María Maestro y San Julián. Pasó por cada templo del itinerario y se detuvo para escuchar cada una de las siete palabras que Cristo pronunció en la cruz antes de morir. Cientos de conquenses se reunieron a meditar durante una procesión que destaca entre las otras de Semana Santa en Cuenca.
Ayer por la noche, el Casco Antiguo de cuenca se inundó de cientos creyentes, de tenebrismo y veneración. La puesta en escena fue extemporánea e histórica. Restableció actos antiguos y ya perdidos de las primeras procesiones, recreados sin tulipas ni bandas, acompañados de actualidad entre sus prédicas tensas. No se alcanzaron las múltiples cifras del pasado Domingo de Ramos, pero sí ha estado en lucha con las del Lunes Santo de 2022.
La salida del Cristo de la Vera Cruz fue recibida en silencio y acompañada de caras de emoción ante las imágenes que pasaban frente a sus ojos. El obispo comenzó en las puertas de la Catedral con la primera de las siete palabras de Cristo de la Cruz: “Padre, ¡perdónalos, porque no saben lo que hacen!”. El prelado hizo hincapié en varias de las ideas teológicas que pasan por la cabeza de la gente. “A los hombres nos resulta difícil admitir que existe un Dios que ‘perdona’, más aún, que perdonar es verdaderamente ‘propio’ suyo, algo muy suyo; que sólo Dios perdona hasta el fondo y se apiada de él”, explicó.
El único acompañamiento musical existente en la noche de ayer fueron los latines del Coro Alonso Lobo, dirigido por Luis Carlos Ortiz. Tras ellos se escucharon la esquila y el paso marcado del tambor. Los representantes de Mira y La Peraleja volvieron a acompañar a los conquenses durante el desfile llegando a San Felipe donde se escuchó el sermón del hermano mayor presidente este año, Guillermo Latorre. “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, hí tienes a tu madre”, comenzó. Centró su discurso en la inexistencia de riquezas y propiedades que que sean capaces de igualar el gran tesoro que dejó Jesús, a su Madre, María. “El dinero, lo material, va y viene, tiene fin, como nuestro cuerpo, pero el amor de una madre es infinito”, acentuó.
La hermana Amparo Bodoque predicó la cuarta palabra: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. “De los hermanos que sufren drogas, suicidios, violencia; o de los jóvenes que buscan la felicidad en los lugares equivocados”. La hermana Bodoque resaltó que, “vivimos en una sociedad oscura, son tiempos difíciles para los cristianos”, un mundo en el que “impera la muerte”. La procesión siguió hasta la Puerta de Valencia, donde los seguidores que venían de las cenas de hermandad se añadieron al resto. La multitud disminuyó y quedaron grupos poco numerosos de devotos que siguieron cada Palabra. A la llegada de las Torres y Aguirre acompañaba poco público. Cerca de doscientos participantes acompañaron hasta San Esteban. Escucharon la última palabra de Antonio Fernández Ferrero.
Con las últimas notas del Coro Alonso Lobo y el Cristo terminó el cortejo a la una y cuarto (01:15) de la madrugada, adelantándose al tiempo realizado el anterior año 2022.
