El Proyecto Arraigo Trae Nuevos Vecinos y Emprendimientos a Saelices

En un vibrante ejemplo de cómo la iniciativa y el espíritu comunitario pueden transformar los pueblos pequeños, Saelices, una localidad de la provincia de Cuenca, celebra la reapertura de su panadería después de casi diez años de inactividad. Este acontecimiento marca no solo el retorno de productos artesanos al municipio, sino también el éxito del Proyecto Arraigo, una colaboración entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Diputación de Cuenca y ayuntamientos locales, destinada a combatir la despoblación.

Alberto Corona, un emprendedor de 50 años procedente de Barcelona, ha sido el catalizador de este renacimiento. Después de un intento fallido de abrir un negocio en Cataluña, Alberto decidió participar en el Proyecto Arraigo y trasladarse a Saelices a finales de noviembre del año pasado. Su panadería, Tahona Corona, especializada en pan tradicional de masa madre y pastelería, abrió sus puertas a finales de enero, convirtiéndose en un punto de encuentro y alegría para los residentes locales.

La llegada de Alberto a Saelices no es un caso aislado. El Proyecto Arraigo ya ha facilitado el asentamiento de tres familias en el municipio, incluyendo la reciente incorporación de Verónica e Iván, procedentes de la Comunidad de Madrid, que han formalizado su residencia en la localidad. En total, 25 ayuntamientos de Cuenca se han adherido a este proyecto, que hasta ahora ha atraído a 98 personas agrupadas en 38 familias a la provincia, con un presupuesto de 335.000 euros financiado por el Ministerio, la Diputación y los ayuntamientos participantes.

El impacto del Proyecto Arraigo en Saelices y en la provincia de Cuenca destaca la importancia de los servicios públicos y las infraestructuras para revitalizar las comunidades rurales. Desde su elección en 2019, la alcaldesa de Saelices, Paloma Jiménez, ha priorizado la mejora de estos servicios, logrando avances significativos como la construcción de un nuevo consultorio médico, la apertura de una ludoteca y la implementación de una escuela infantil de 0 a 3 años, contribuyendo así al bienestar y al atractivo de la localidad para nuevas familias.

La historia de Saelices y su panadería reabierta simboliza la renovación y el potencial de crecimiento de las pequeñas comunidades españolas, gracias al compromiso conjunto de los gobiernos locales y nacionales, y al coraje y la visión de nuevos residentes como Alberto y su familia.

Foto adjuntada en nota de prensa.

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