Atascos y desesperación: Dos accidentes desatan el caos en las principales vías de Valencia
Valencia ha amanecido bajo un manto de congestión vehicular este jueves 7 de marzo, tras dos accidentes reportados por la Dirección General de Tráfico (DGT) que han generado largas horas de tráfico paralizado y kilométricas colas en la A-7 y V-30. El primer percance, registrado alrededor de las 7:50 a.m. en la A-7, ha causado un embotellamiento de más de 13 kilómetros, extendiéndose desde Chiva hasta la Cañada, con dirección a Barcelona. Este incidente ha llevado al corte del carril derecho, creando una situación de parálisis vial hasta que, cerca de las 10:00 a.m., la normalidad ha comenzado a restablecerse tras la retirada de los vehículos implicados.
Casi simultáneamente, la V-30 ha sido escenario de otro siniestro hacia las 8:25 a.m., provocando más de dos kilómetros de congestión entre Paterna y la Cañada. Este suceso se suma a los más de 19 kilómetros de retenciones notificados por la DGT en las carreteras valencianas, resultado del incremento habitual del tráfico durante la hora punta matutina.
La situación no ha sido más alentadora en otras arterias de la red viaria, con la V-31 experimentando más de 5,5 kilómetros de atascos, particularmente entre Silla y Beniparrel, y la CV-35 y CV-36 acumulando 4,5 y 4 kilómetros de colas, respectivamente. De igual manera, la V-30 y la CV-30 han reportado significantes retenciones, aumentando la frustración de los conductores y afectando el flujo habitual hacia importantes conexiones como la A-7.
Este episodio de caos vial en Valencia refleja la vulnerabilidad de las infraestructuras ante incidentes imprevistos y la importancia de la pronta actuación de los servicios de emergencia y gestión de tráfico para minimizar el impacto en la movilidad de la ciudadanía. La recuperación del tráfico tras estas incidencias es un recordatorio del trabajo continuo necesario para garantizar la seguridad y eficiencia en las carreteras.