La fortaleza de Moya, a punto de revelar sus secretos: Un proyecto de restauración cerca de su culminación
En un esfuerzo monumental por revivir el esplendor del pasado, la Diputación de Cuenca está inyectando una suma significativa de 125.000 euros en la fase final de la excavación y restauración de la fortaleza y murallas de Moya. Esta iniciativa, que busca no solo preservar sino también revalorizar el patrimonio histórico de la región, se suma a una inversión previa de 200.000 euros dedicada a la restauración de la emblemática Torre del Homenaje, ampliando su accesibilidad al público.
La presidenta en funciones, Nuria Illana, acompañada de destacadas autoridades locales, ha recorrido el sitio, evidenciando los progresos realizados: desde la limpieza de las áreas amuralladas hasta la habilitación de accesos previamente inexplorados como la galería de tiro y el aljibe, fortaleciendo así la estructura con técnicas tradicionales de mampostería.
El proyecto se alinea con una visión más amplia de revitalización del entorno rural a través del turismo, enfocándose en la importancia de Moya como un atractivo singular capaz de dinamizar la economía local. Illana destacó cómo la inversión en patrimonio no solo honra la memoria histórica sino que activa la economía de las comunidades cercanas, beneficiando directamente a la hostelería y el alojamiento local.
La estrategia adoptada en legislaturas pasadas parece dar sus frutos, con un notable incremento en la afluencia turística a la provincia de Cuenca. Los últimos datos reflejan un salto significativo tanto en el número de visitantes como en pernoctaciones, superando incluso las cifras previas a la pandemia y reafirmando el papel del turismo rural como un motor económico vital para la región.
Además, Illana ha aprovechado la ocasión para reafirmar el compromiso de la Diputación de Cuenca en seguir apoyando financieramente el proyecto, en espera de una posible contribución del Gobierno de España a través del 2% cultural. También se ha referido al Plan de Sostenibilidad Turística en el valle del Cabriel, que promete una inyección de casi 4 millones de euros en la zona, potenciando aún más el atractivo turístico de la Serranía Baja y la Manchuela.
La restauración de Moya no es solo una cuestión de preservación histórica; es una apuesta decidida por el futuro, un esfuerzo por conectar el legado del pasado con el potencial de desarrollo sostenible del presente, asegurando que la belleza y la historia de Moya continúen inspirando a generaciones futuras.
