La periodista y escritora Sonsoles Ónega cautivó a la audiencia de la feria del libro Cuenca Lee 2024 con un emotivo discurso poético y un marcado acento conquense.
En una Plaza de España abarrotada, Sonsoles Ónega pronunció el pregón de la edición de este año de Cuenca Lee. Ante una multitud entregada, la reconocida periodista y escritora compartió un mensaje de apoyo a los libreros y una reflexión sobre el valor de la lectura en la sociedad actual.
Con un inicio lleno de emotividad, Ónega expresó su asombro por la abrumadora presencia de la audiencia y su gratitud por la oportunidad de participar en el evento. Su discurso, cargado de poesía y nostalgia, destacó la importancia de la lectura en la vida de las personas y el papel fundamental de los libreros como guardianes de historias.
La periodista hizo hincapié en la relevancia de celebrar la felicidad de la lectura y dedicó palabras de admiración a los libreros, a quienes describió como «doctores del alma» que prescriben literatura en lugar de pastillas. Además, resaltó la irremplazable inteligencia construida en las páginas de los libros, afirmando que no hay tecnología que pueda igualarla.
Ónega también rindió homenaje a los ilustres de las letras conquenses, evocando figuras como Raúl del Pozo, José Luis Perales y otros referentes locales. Con una pizca de humor y nostalgia, imaginó cómo habría sido la experiencia de Don Quijote en Cuenca y lamentó que el personaje literario no hubiera visitado la ciudad.
El discurso de Sonsoles Ónega culminó con un llamado a valorar el libro como un elemento fundamental de la sociedad, independientemente de la afiliación política. Con un toque final de poesía, expresó su deseo de ser un libro para permanecer siempre en Cuenca.
Al finalizar su intervención, la periodista recibió una ovación del público y aprovechó para enviar sus mejores deseos a la Balompédica, deseándole la victoria.
